La Ciudad

La científica marplatense que marcó un antes y un después en la detección del coronavirus

"Mi vocación siempre estuvo ligada a hacer algo para el bienestar común”, dijo Carolina Carrillo, integrante del grupo de investigación que desarrolló el kit que identifica la carga viral en poco más de una hora. Su historia académica, la concreción de un anhelo y su vínculo con Ramón Carrillo, primer ministro de Salud del país, en una entrevista con LA CAPITAL.

Por Juan Miguel Alvarez

“Yo estudié biología porque quería cambiar el mundo”, contó Carolina Carrillo con una sonrisa que tiene grabada en el rostro desde el viernes por la noche. La científica marplatense formó parte del equipo de investigación que desarrolló un kit para detectar el Covid-19 en poco más de una hora, revolucionario avance que fue anunciado por el presidente Alberto Fernández.

“Cuando empecé a cursar tomé conciencia de que mi sueño era imposible. No se puede modificar todo. Pero mi vocación siempre estuvo ligada a hacer algo para el bienestar común”, deslizó en su charla con LA CAPITAL. Y vaya si lo logró…

Carolina es licenciada en Ciencias Biológicas egresada de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata. En 1993 partió para realizar el doctorado en la UBA y desde entonces reside en Capital Federal.

Su nombre está hoy en boca de todos. Pero su logro es el fruto de años de trabajo individual y grupal (integra el Instituto de Ciencia y Tecnología Dr. César Milstein), avalado por el Conicet y apoyado por el Estado. Como debe ser -y no siempre es-.

Las raíces le marcaron el camino. Tiene un vínculo familiar con Ramón Carrillo, padre del sanitarismo en Argentina y primer ministro de Salud del país en 1946, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón. “Mi abuelo era primo de su padre. Pero más allá de eso siempre le tuve gran admiración y cariño, porque para mí es un ejemplo”, contó la científica de 49 años.

– ¿Cuál es la ventaja del Neokit-Covid 19 en relación a las técnicas de detección que había actualmente?

– Existen test serológicos y moleculares. Los primeros requieren que el organismo infectado comience a producir anticuerpos, algo que ocurre varios días después del contacto con el virus. Es decir, para ese momento, la persona ya puede estar cursando una etapa intermedia o tardía de la infección. Mientras que los test moleculares identifican la presencia del virus. Se usa habitualmente la PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), que es una técnica excelente, pero el Neokit que desarrollamos nosotros tiene varias ventajas: ofrece resultados en poco más de una hora (la PCR tarda entre 4 y 6 horas), requiere un equipamiento menos sofisticado y costoso, los resultados son más fáciles de interpretar y los reactivos son más económicos.

– ¿Esto va a permitir una descentralización de los diagnósticos de los pacientes?

– Sí, podría. Con el Neokit se necesita la utilización de un baño térmico, bloque seco o hasta una estufa. La mayoría de los laboratorios de las salitas de salud u hospitales tiene alguno de estos dispositivos térmicos. El proceso de determinación lleva una hora y el resultado se ve a simple vista mirando el color resultante. Cuando empieza la reacción los tubos tienen color lila o violeta y cuando termina la incubación, si mantienen el color, la muestra es negativa, y si cambia a azul o celeste, es positiva para Covid-19.

– ¿Entre que se hace el hisopado y la muestra toma contacto con el Neokit, hay un paso intermedio?

– Hay que extraer el ARN viral, que es una técnica que está estandarizada mundialmente mediante centrifugación. Es un proceso biológicamente peligroso, por lo que debe realizarse en una cabina de bioseguridad que protege al operario y a la muestra de posibles contaminaciones. En este sentido no es tan simple descentralizar los diagnósticos. Ahora trabajamos en buscar la forma de evitar el paso de tener que purificar el ARN.

– A dos meses de declarada la pandemia, lograron este avance. ¿Cómo hicieron para desarrollarlo tan rápido?

– En realidad nosotros trabajamos desde 2011 con kits de detección molecular de la enfermedad de chagas en base a esta tecnología LAMP (amplificación isotérmica mediada por bucle). Nuestro grupo desarrolló el primero aprobado por Anmat en Argentina. Estábamos en el proceso de validación del kit para dengue, zika y chikungunya cuando apareció el Covid-19. Todo el conocimiento adquirido y la experiencia nos ayudó a hacer un salto rápido y ajustar las características de nuestro desarrollo al nuevo virus.

Además, Santiago Werbajh, investigador de la Fundación Cassará, en febrero vio el problema en China y empezó a diseñar parte del kit. Por eso cuando se desató la pandemia y todos empezaron a calentar motores, nosotros ya estábamos andando.

Los investigadores Santiago Werbajh, Carolina Carrillo, Luciana Larocca, Fabiana Stolowicz y Adrián Vojnov.

– ¿Cómo ingresaron al Comité de Emergencia que elevó el Ministerio de Salud y cómo fue el trabajo durante estos sesenta días?

– El Ministerio convocó a algunos grupos de investigación por la trayectoria en desarrollo de diagnóstico moleculares y nosotros además teníamos la ventaja de tener un producto con validación clínica. Fuimos 5 personas trabajando “mil horas” contra reloj. No sabía si era domingo, lunes o miércoles. Eso hizo que pudiéramos responder rápido.

– ¿Este logro es otra demostración de que las políticas a favor de la ciencia y tecnología son de importancia central en el desarrollo del país?

– El conocimiento y el desarrollo científico y tecnológico le dan potencialidad, autonomía y soberanía a un país. Contar con una estructura del estado que sostiene, acompaña y alienta es fundamental para el desarrollo. Cuando hay una respuesta concreta, en tiempo récord, original en el mundo, se hace evidente el valor de sostener un sistema científico-tecnológico.

*

“Hice todo para poder salir de casa para el festejo de mi cumpleaños 50”, se despide de la charla de forma risueña la científica marplatense que tiene como hobby jugar al fútbol (con sus compañeras de equipo escribió un libro al respecto llamado “Sucias de Caucho”). Ahora le toca seguir recibiendo el afecto de los millones de agradecidos por su trabajo.

“Sólo sirven las conquistas científicas sobre la salud si estas son accesibles al pueblo”, dijo setenta años atrás el reconocido Ramón Carrillo. Carolina tomó su legado de sangre al pie de la letra y puso su conocimiento al servicio de millones, para orgullo de su antecesor. Y de todo un país.

“Nunca imaginé estar sentada en la mesa presidencial”

Carolina Carrillo disfruta hoy el reconocimiento público tras desarrollar un producto que marcará un antes y un después en la detección del Covid-19. El propio presidente dijo que “admiraba su trabajo”. “Fue una situación emocionante. Yo pensaba ¡guau!… científicos (la acompañó el investigador Adrián Vojnov) sentados en la mesa presidencial con Alberto Fernández, dos ministros (el de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza; y el de Salud, Ginés González García) y la presidenta de Conicet (Ana Franchi). Fue increíble”, describió sobre el anuncio en Olivos.

Cuando se le consultó sobre su encuentro con Alberto, contó: “Fue muy distendido. Hizo preguntas detalladas, interesantes. Es necesario que una persona que tiene que tomar grandes decisiones esté tan interiorizado sobre el tema”.

Por lo pronto, tras su investigación, el innovador Neokit-Covid-19 será producido por el laboratorio Cassará y se estima que habrá 10 mil partidas la próxima semana y unas 150 mil para dentro de un mes.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...